La eliminación de la placa bacteriana y el sarro es el objetivo principal en el tratamiento, pero instaurar una correcta higiene bucal y su mantenimiento, será fundamental por parte del paciente.
Aunque la placa bacteriana y el sarro juegan un papel principal, la presencia de factores de riesgo agravan esta enfermedad: tabaco, genética, diabetes no controlada, determinados fármacos, cambios hormonales, una posición incorrecta de los dientes, etc.
En caso de evolucionar la gingivitis y cronificarse, dará lugar a la periodontitis, apareciendo entonces mal aliento, movilidad de los dientes, sangrado y retracción de las encías, y sobre todo, siendo la pérdida de hueso irreversible.
De nuevo, la finalidad principal será detener la periodontitis para evitar la posible pérdida de dientes, eliminando la infección e instaurar unas medidas de higiene específicas y visitas regulares para contener su evolución.